Noche de madrugada

 Se levantó de madrugada para ir al cuarto de baño. Su marido descansaba a su lado en la cama, igual que un niño pequeño. No dormía como ella; de lado y acurrucada a su cuerpo, si no hacia arriba, con los ojos abiertos mirando hacia el techo y, sus brazos cruzados colocados encima de su tripa.

Lo vio tan a gusto que lo besó en la mejilla antes de salir de la cama y, pensó, que qué suerte tenía él, que ni aunque cayera en esos momentos una bomba ,él no despertaría jamás.


Esme.

Comentarios

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  3. Un sueño dulce del que no se despierta. Un final feliz.

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