El coche negro

 

Unas nubes negras cubrieron el cielo. Recogimos los restos del almuerzo, a la vez que las primeras gotas de lluvia comenzaron a mojar nuestras cabezas. Te fuiste corriendo detrás de una liebre. Te llamé, a la vez que me colocaba la mochila y preparaba las bicicletas para marcharnos a casa. Volví a llamarte—esta vez grité tu nombre con todas mis fuerzas—. Salí corriendo al camino, para ver si te veía. Un coche negro pasó por mi lado y te vi dentro de él; me decías adiós. Un rayo iluminó el cielo y la tormenta ahogó mi grito a la vez que veía como desaparecía el coche negro por el camino.

Fin

Esme

Comentarios

  1. Escueto, breve y da pié a la imaginación. Puede tener miles de continuaciines y finales. Me encanta Esme.

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