RELATO

Singing in the rain (Año 2045)

El último día de curso nuestro profesor deseaba obsequiarnos con algo; quiso llevarnos a una antigua biblioteca convertida en un cobertizo. O como le gustaba decir: "mi refugio".

Ese día además de ser el último para nosotros también lo sería para nuestro maestro. En unas semanas partiría muy lejos y no quería irse sin dejarnos lo que más quería: sus libros.

Partimos hacia ahí. Una nube de polvo nos acompañó durante todo el camino. El sol picaba más de lo habitual y a pesar de que todos llevábamos nuestras gorras y una crema protectora, notábamos como los rayos traspasaban nuestras camisas sin piedad.

Cogí mi botella de agua. Me la eché encima de la cabeza. Imaginé como sería el ir caminando por esa senda angosta y que el agua no cayera de mi botella, si no del cielo. Hacía más de quince años que no llovía. Yo tenía trece. Había visto la lluvia en vídeos de internet. Muchas tardes me encerraba en mi habitación sólo para ver películas antiguas. Me
imaginaba en el papel de Gene Kelly protagonizando la película: cantando bajo la lluvia, a la vez que tatareaba: singing in the rain

Llegamos a nuestro destino. Era la primera vez que entrábamos en la vieja biblioteca. Ahí solo había libros viejos y llenos de polvo, que nosotros ya no necesitábamos, pero nuestro profesor quiso enseñarnos algo; sacó unos ejemplares: eran antiguos y los cubría una gruesa capa de polvo. Cogió uno de ellos y lo abrió por la mitad. Ahí había una imagen que nos dejó a todos con la boca abierta; en una de las páginas aparecía nuestro profesor. Por supuesto más joven. A lo lejos se vislumbraba un oso polar. Un montón de fotos diferentes en distintos libros. En todas había: glaciales, osos, iglús y nuestro querido maestro.

No podíamos creer lo que estábamos viendo. Habíamos estudiado el deshielo del polo norte, pero no nos imaginábamos que nuestro profesor hubiera protagonizado un cuento de ciencia ficción. Porque eso era lo que teníamos ante nosotros viendo aquellas fotografías.

Empezamos a oír algo.Unos golpes que caían al tejado. Al principio lo sentimos de una forma sutil. Nuestro profesor nos pidió silencio y salió hacia la puerta. La abrió y salió. Entró empapado. No hizo falta que hablara. Salimos todos; despacio, atentos y sigilosos. Nunca habíamos visto nada igual; estaba lloviendo. Solo una frase de nuestro profesor: La ecuación después de tantos años ha dado resultado. Yo por mi parte estaba deseando llegar a casa para rescatar un viejo paraguas del desván. A mi cabeza vino la canción: singing in the rain. Será que al final los sueños se hacen realidad.