RELATO
UN FALLO ELÉCTRICO.
Anunciaron por
megafonía que nos marchásemos a casa. La voz a pesar de oírse
distorsionada y hueca, tenía un tono de alegría.
Eran dos horas antes
de lo habitual; un fallo eléctrico fue el causante de que todas las
máquinas dejaran de funcionar.
Lo agradecí, era un viernes lluvioso y ventoso, estaba cansado de
toda la semana, y sin ni siquiera cambiarme de ropa, me despedí de mis compañeros hasta el lunes.
Quise avisar a mi
mujer, de que llegaría antes, pero la batería de mi móvil se apagó
en cuanto me metí en la agenda. No me importó, solo quería llegar
a casa, tomarme una cerveza, encender la tele y ver la champion.
Me costó llegar más
de lo acostumbrado; daba la impresión de que ese viernes lluvioso,
todo el mundo se había puesto de acuerdo para volver antes a su
casa.
Por fin llegué a mi
ansiado destino, metí la llave en la ranura, y empecé a descender
con mi coche, por la rampa del garaje.
Al llegar a mi
plaza, vi el coche de mi mujer, teníamos una plaza doble, y al ir a
maniobrar me fijé claramente, que el coche de ella, sobrepasaba
levemente la línea divisoria.
Me extrañó, ya que
mi mujer, es bastante meticulosa; no quise darle importancia, pero ya
al descender de mi coche y .pasar por delante del suyo, un frío me
recorrió de arriba a abajo, y como si mi cuerpo se hubiera vuelto
loco, un sudor empezó a recorrer toda mi espina dorsal. Entonces
maldije el fallo eléctrico.
Caminé todo el
camino hasta la puerta del ascensor tiritando. No podía entender que
me sucedía, quise achacarlo al maldito tiempo, pero no me quitaba de
la cabeza, la imagen del coche, sobrepasando la línea divisoria. Violeta...tan perfeccionista.
Ya dentro del
ascensor, mi dedo nervioso rozó el botón del quinto piso, y mi mano
comenzó a temblar. Nunca un trayecto aparentemente corto, se me hizo
tan largo. Entonces lo comprendí todo, mi mujer tenía un amante; yo
llegaba dos horas antes a casa, y la iba a pillar desnuda con un
hombre, además seguro que sería más joven, más guapo, y
posiblemente mejor amante que yo.
Mi mente iba demasiado deprisa, un miedo brutal, se apoderó de mi, pensando en la soledad
que se me avecinaba sin Violeta
Me daban ganas de
gritar y de llorar, dudé en darle al botón de emergencia, y cuando
iba por el segundo piso, le dí.
El ascensor paró en
seco. Me arrepentí al instante. Deduje que la alarma empezaría a
sonar , y lo oirían todos los vecinos, incluida ella, pero no lo
hizo, el cubículo quedó en total oscuridad, ni siquiera tenía el
móvil disponible para tener un poco de luz. Me senté en el suelo y
me abracé a mis piernas. Las tiritonas habían remitido, y entonces
empecé a pensar y a pensar y la entendí. ¿ Cómo no va a estar con
otro hombre? Mi cabeza empezó a pensar en la cena de ayer, me
arrepentí de no haberle dejado el último trozo de tortilla de
patata, con lo que le gusta a ella, también me acordé de la
película que habíamos ido a ver la semana pasada al cine, ella quería ver
una película francesa, y al final fuimos a ver los vengadores, pero,
¿como no va a estar con otro hombre?
Calculo que por lo
menos, entre el trayecto de la fábrica al ascensor ha pasado media
hora, espero que en la hora y media que tengo de margen, ningún
vecino quiera cogerlo.
Me apoyo en la fría
pared y cierro los ojos, empiezo a contar uno, dos, tres, hasta los
cuatro mil seiscientos ochenta segundos que harán la hora y media. Entonces gritaré para que me saquen de aquí. Solo espero por lo
menos llegar a ver la segunda parte de la champion.
Ja ja... buenísimo....que pasó? Vio la champions y ganó el Madrid?...lo mismo no jugaba el Madrid ..ja ja
ResponderEliminarLo que lleva a pensar tu cabeza por una minucia, el coche fuera de la línea. Se nota que no le lleva mi psiquiatra:)
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