RELATO; un pequeño cuento de terror
Mamá
-Mamá, ¿qué tal estás?
-Bien hijo, ¿por qué lo preguntas?
-Te veo rara mamá.
-Estoy cansada hijo, demasiado cansada.Será eso, mi pequeño.
La madre se levantó lentamente del sillón.Apenas levantaba los pies del suelo.Le costaba horrores caminar.Al pasar al lado de su niño, le tocó la cabeza con un gesto cariñoso.Él se giró y le sonrió.Ella volvió a tocarle el pelo, no sin cierta angustia, ya que cuando le hizo la primera caricia, no sintió nada, fue como si tocara aire.
Se fue al cuarto de baño, encendió la luz y se miró al espejo.Su rostro se veía completamente aplastado, los párpados caídos dejando al aire los globos oculares, y su nariz era como una pasta de plastilina donde aparecía colgada junto a su boca.
Su hijo apareció detrás de ella.Quiso cogerlo en brazos, pero el hijo pasó de largo.Lo siguió con la mirada y se acercó a donde él se encontraba.Entonces el niño dijo:-Descansa mamá, descansa, no te preocupes que yo te cuidaré.
Ella vio con ojos aterrados su propia imagen: desnuda y tumbada al lado de la ducha, con un trozo de cortina dentro de una de las manos.Sonrió al ver que su hijo pequeño la tapaba con su mantita.
-Buen chico hijo, buen chico-le dijo su madre sin dejar de mirarlo-
-Mamá, ¿qué tal estás?
-Bien hijo, ¿por qué lo preguntas?
-Te veo rara mamá.
-Estoy cansada hijo, demasiado cansada.Será eso, mi pequeño.
La madre se levantó lentamente del sillón.Apenas levantaba los pies del suelo.Le costaba horrores caminar.Al pasar al lado de su niño, le tocó la cabeza con un gesto cariñoso.Él se giró y le sonrió.Ella volvió a tocarle el pelo, no sin cierta angustia, ya que cuando le hizo la primera caricia, no sintió nada, fue como si tocara aire.
Se fue al cuarto de baño, encendió la luz y se miró al espejo.Su rostro se veía completamente aplastado, los párpados caídos dejando al aire los globos oculares, y su nariz era como una pasta de plastilina donde aparecía colgada junto a su boca.
Su hijo apareció detrás de ella.Quiso cogerlo en brazos, pero el hijo pasó de largo.Lo siguió con la mirada y se acercó a donde él se encontraba.Entonces el niño dijo:-Descansa mamá, descansa, no te preocupes que yo te cuidaré.
Ella vio con ojos aterrados su propia imagen: desnuda y tumbada al lado de la ducha, con un trozo de cortina dentro de una de las manos.Sonrió al ver que su hijo pequeño la tapaba con su mantita.
-Buen chico hijo, buen chico-le dijo su madre sin dejar de mirarlo-
Joer. Este da miedito. Gracias por los relatos, los espero como desde el primer día.
ResponderEliminarUff que yuyu
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