RELATO


UNA FOTO DE FAMILIA.


Alguien propuso ponernos junto al enfermo el día de su cumpleaños, para hacernos una fotografía.
Decir enfermo, era la manera más amable de decir moribundo, todos sabíamos que sería la última foto todos juntos.
Nos pusimos a su alrededor, y con nuestra mejor sonrisa disimulada, quedó plasmado el retrato.
A los tres días murió mientras dormía, la fotografía seguía colgada en el armario de enfrente, sostenida con un trozo de celo que todavía aguantaba.
Cuando llegué a la casa familiar, los de la funeraria ya estaban recogiendo al difunto, la última vez que lo vi, fue en esa misma habitación tumbado, e intentando poner buena cara para una foto, ahora estaba dentro de una bolsa de plástico, me impresionó ver lo poco que abultaba dentro de aquel saco.
No volví a entrar en esa habitación en las siguientes visitas familiares, tenía un resquicio amargo de la última vez, y un nudo en la garganta se formaba cada vez que mis ojos miraban hacia esa puerta.
En la última comida una canción sonaba, UNA FOTO DE FAMILIA, DE CARLOS VARELA, ni siquiera sabía de donde provenía esa canción, a lo mejor empezó a sonar en mi cabeza en forma de recuerdo, me levanté, y por primera vez desde su marcha fugaz, fui a la habitación que no pisaba desde la última foto de familia.
La fotografía seguía milagrosamente colgada de un trozo de celo, la rocé con las yemas de mis dedos, fijándome en las miradas tristes, y sonrisas postizas de todos nosotros, excepto la mirada de él, que a través del papel, sus ojos me decían que estaba bien.


Detrás de todos estos años
detrás del miedo y el dolor,
vivimos añorando algo,
algo que nunca más volvió.

Detrás de los que no se fueron
detrás de los que ya no están
hay una foto de familia
donde lloramos al final....................

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