RELATO


LUCHAD GUERREROS.

Un coche para en seco, sobrepasando levemente la líneas del paso de cebra, quedando prácticamente a los pies de un hombre.
La conductora, de porte menudo, apariencia frágil, lleva un moño mal peinado, hace tiempo que no ve una peluquería, y apenas lleva maquillaje.
Le mantiene la mirada a él, a ese caballero que se ha interpuesto en su camino, lo mira a los ojos retadora.
El peatón, un hombre jubilado, de pelo cano, delgado, le devuelve la mirada, le cuesta mantenerse en equilibrio, solo espera llegar pronto a su destino, no pensaba que el camino que creía corto se le haría eterno.
Ella lo mira fijamente, no lo teme, al contrario, está deseando con todas sus fuerzas, que aquel hombre se le acerque, la saque del coche, y la destruya, sería todo más fácil, y rápido, acaban de confirmarle un cáncer de pecho en estado avanzado, está cabreada y quiere guerra, quiere que aquel individuo de mirada vidriosa, y rostro anguloso,  termine con ella en esos momentos.
Ella, no sabe que aquel peatón, al que mira sin ni siquiera pestañear, lo que más hubiera deseado, era acercarse al coche, pero no para acabar con ella, si no para rogarle que lo acercara a su destino, que se encuentra cansado, que ya no puede más.
Ese hombre que la mira con ojos atormentados, va camino al hospital, a recibir su sesión de quimioterapia, le está diciendo con la mirada, que recoja sus pedazos rotos.
Cada uno de ellos tiene su duelo, no saben que pelean por lo mismo, ella lo mira todavía más desafiante, se miran de hito en hito, están en un ring, a punto de salir a luchar, son unos guerreros.
Este relato va dedicado a: F.G.S
Mucha suerte
También para H.F, la mayor guerrera que he conocido jamás.

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