Relato

Qué asco de país.

Se sentaron a cenar, frente a una fuente de pollo empanado con patatas, después de haber dejado dormido a su hijo pequeño.

Con la boca llena, él se quejó de que a sus vecinos, les hubieran dado la beca del comedor del colegio, y a ellos no.

Ella le dijo que era normal, que los vecinos estaban en el paro, y que a ellos no les iba mal, primero a los de aquí, le respondió, y luego ya veremos, ella lo miró, pero no contestó, prefirió servirse  un buen plato de patatas, y hacer buena cuenta de ellas.

Mientras tanto, en las noticias de las nueve:

"Las largas lista de espera en los hospitales, están llevando a retrasar las intervenciones quirúrgicas....."

Da un puñetazo en la mesa, que hace saltar los cubiertos, ella lo mira, y le hace un gesto con las manos para que se calle, porque el niño duerme en el cuarto de al lado.

-Esto es culpa de los que vienen de fuera, siempre igual, y los que nos jodemos somos nosotros.

Ella opta por coger otro trozo de pollo, y le pregunta por su dolor de oídos.

-Regular, pero mañana Paco me traerá una caja de antibióticos.

-¿De dónde va a sacar Paco una caja de antibióticos sin receta?

-Su hermana, que trabaja en el hospital, y es la camella de la familia, y menos mal qué tiene mano su hermana, menos mal, que gracias a ella le han adelantado tres meses la operación de rodilla de Paco, por cierto, me han llamado de la gestoría, y me han recomendado, que declare menos del taxi en la declaración, que así seguro al siguiente año, nos dan la beca del comedor.

Mientras tanto en las noticias del telediario:

"Aumentan las ayudas a las familias desfavorecidas...."

Él da otro golpe en la mesa, esta vez el pan cae al suelo y dice:

-Qué asco de país.

Ella se agacha, recoge el pan y las migas que lo rodean, lo deja encima del mantel con sumo cuidado, como si de algo delicado se tratase, y lo mira desolada, entonces decide que lo mejor será ir a por el postre e irse a dormir.